¿Te ha gustado, profesor?
Deseas clavar tu lengua en mi coño. Me lo dicen tus ojos, ya que tú no puedes hablar. Pensabas usar esa mordaza conmigo, pero no soy tonta, profesor. Soy la alumna más lista, más juguetona y más caprichosa. ¿Cuántas veces has fantaseado con follarme?
Tus ojos siguen el movimiento de mis dedos que recorren despacio mi jugoso sexo. Dulces ondas de placer nacen en mi vientre y se expanden por mi cuerpo con cada caricia. Me estremezco y siento la humedad que se derrama entre mis piernas.
Y tú me miras, inmóvil. Me miras con el ceño fruncido, los ojos brillantes de deseo, la mandíbula apretada. Me miras mientras juego conmigo misma delante de ti y me sigues mirando porque no puedes hacer otra cosa.
Tienes la polla dura. Casi la siento palpita...