En el Metro
Unos pervertidos jovencitos le hacen de las suyas a una descarada madurita vestida muy provocativa. (Se trata de la misma protagonista del relato: "arduo trabajo de detective", aunque son independientes.)
Ya había finalizado mi contrato con el evidente cornudo, no mencionaré nada de las pruebas de adulterio por sigilo y secreto profesional. Un impulso interior me hacía seguir tras la adúltera, la excitación que me produjeron los seguimientos realizados me creo adicción, así sin ninguna
obligación contractual me levanté y salí al acecho, con la esperanza de encontrarme con otra andanza de macizorra Jamona.
Un día más esperé a la salida del edificio donde vivía, como cada día iba vestida elegante...