Joel
No me llames putita...
Estaba en casa, un miércoles por la tarde cuando el sol ya se había puesto cuando recibí un whapp…
-Estás en casa?
Era Joel. Normalmente nuestros encuentros empezaban así. A él le entraban ganas y me buscaba. Lo raro es que fuera entre semana, eso significaba que el “problema” era grave.
-Si, aquí tirado -Respondí teniendo pinchazos en el pene.
-Estoy cerca, baja en 20 min
Y así empezaban nuestras citas. Nunca preguntaba si me apetecía ni si estaba libre, simplemente me informa...