Una tía muy alegre (9)
Ahora gozando conn Samanta
Era el mes de febrero no hacia ni frio ni calor, estábamos en mi casa Samanta y Yo viendo televisión en el sofá de la sala, estábamos aburridos no había nada que hacer, estaba yo en vacaciones laborales, y había terminado de leer “La historia sin fin” pensé en salir a algún centro comercial pero al ver a Samanta con su short de mezclilla que se le metía por el trasero, las imponentes piernas, y sus voluptuosos senos, había adelgazado, por lo que se veía increíble.
Estábamos solos así que mis planes ca...