Primeriza (2)
Estaban las luces apagadas, solo se veía el fulgor del fuego de la chimenea y de las velas que habíamos colocado. El me estaba esperando.
Desempaquetamos toda la ropa, encendimos la chimenea, me encanta oír el crujir de la madera mientras se quema, y nos pusimos manos a la obra, es decir a preparar la cena, esta noche sería una velada totalmente romántica.
Ya sabíamos lo que íbamos a preparar, unos tallarines con queso, nata y champiñones, toda una delicia, y después unas pechugas de pollo con salsa de tomate y cebolla y pimientos, bueno una cena rica, todo ello regado con un vinito suave, la verdad es que el vino así solo tampoco...