Mi sugar Daddy
Él era un extranjero que se encontraba en mi país para ese entonces. Luego de unos días de conversatorios, video llamadas, etc. Me invitó al hotel en el que se hospedaba sin ánimos de propasarse, sólo conocernos.
Hace un par de años salí de una relación larga y me tomó algo de tiempo sanarme del dolor que me causó. ¡Oh sí! Era mi primer amor. El hecho es que ya llevaba tiempo en el que no sabía lo que era sentir el calor de un hombre en mi cuerpo, sus manos palpando las mías o las yemas de sus dedos quemando cada centímetro de mi espalda, que si te fijas, cuando es la persona indicada; los centímetros se transforman en kilómetros.
Por un tiempo estuve dándome largas duchas en las que terminaba con algún orgasm...