Escape

Necesitaba escapar del estrés de mi trabajo y consentirme con una buena sesión de sexo... Me animé a escapar unos cuántos días y logré relajarme con un maduro hermoso...

(Primera de dos partes)

Tengo 28 años y soy el típico hombre de principios del siglo XXI: con múltiples actividades, sumamente ocupado y un ritmo de trabajo muy acelerado, sometido diariamente a una presión estresante. Con mi ajetreo cotidiano no le doy el tiempo que quisiera al sexo; ese deporte tan delicioso que pocas especies animales practicamos por puro placer. No tengo una pareja estable, todos los días sin excepción me consuelo masturbándome aceleradamente y haciendo honor a mi preferenci...

El juego de las miradas (3)

Alejandro y su viejo amigo se reencontraron entre nubes de vapor: ninguno sospechaba que esa noche iba a ser de descubrimiento... * Actualizado 2010-03-02 *

El juego de las miradas III

Ya había anochecido cuando Alejandro salió del baño de vapor. No demoró mucho en vestirse; puesto que únicamente se puso la camisa y los jeans que traía y guardó en su mochila los calzoncillos, los calcetines y los zapatos con los que llegó. Como Gustavo manifestó su agrado por las sandalias que traía, decidió dejárselas puestas. Verdaderamente tenía prisa por el encuentro y estaba hecho un auténtico manojo de nervios. No eran nervios negativos, era el temblor que pre...

El juego de las miradas (2)

La tarde continuaba y Alejandro seguía disfrutando del placer del sexo casual... Un reencuentro sería el punto culminante de ese caliente día. * Actualizado 2009-10-08 *

Antes de entrar al cuarto oscuro del vapor, Alejandro se despojó de su sabanilla y se dio un regaderazo de agua tibia en las regaderas. Se quitó la sabanilla y mientras se enjuagaba los restos de su aventura de tan solo unos breves instantes atrás, una mano varonil se acercó y le sobó la verga. Él sólo volteó a ver el rostro del audaz valiente que estaba haciendo eso en la zona "común" del baño y le regaló una sonrisa que el otro le devolvió. Alejandro volvió a amarrar su sabanilla a su cintur...

El juego de las miradas (1)

Alejandro disfruta del sexo sin compromiso, tanto por gusto como por miedo... Quién le iba a decir que un hombre común cambiaría su visión.

Este es el primer relato que escribo. Se lo dedico a Julián, por ser con sus palabras quien me inspiró a hacer aflorar mi creatividad.

El juego de las miradas I

Alejandro es ese tipo de hombre que dentro de él mismo sabe cuáles son los gustos y preferencias que le llenan y le apasionan. Sabe que su atracción es hacia personas de su mismo género. No lo exterioriza, no por temor al "qué dirán", sino por temor al compromiso sentimental. En verdad, él únicamente disfruta del acercamiento físico...