Silencio: Hombre penetrando
Un joven tiene una experiencia muy satisfactoria con una ama de casa gracias a su tío.
Me pasó cuando tenía dieciocho años. No era muy ganador, porque me sentía todavía muy acomplejado por las secuelas de un acné que me había dejado la jeta como la luna, llena de cráteres.
Pero empecé a trabajar en el reparto de soda de mi tío, y las cosas cambiaron. Mi tío sí era un ganador. En su casa había grandes peleas por eso, porque mi tía no siempre se tragaba las razones que él daba para sus retrasos.
Un día me presentó a una señora, en su reparto. Era un ama de casa común y corrien...