No me sueltas...
Cuando las pieles se hablan y se aman...
No me sueltas
Me encanta sentarme sobre ti, sentir tu olor, tu piel tocando la mía, tu calor, el calor de tus manos navegando por mi cuerpo, buscando algo que sólo ellas saben, despertando mi piel. Dejo caer mi cabeza hacia atrás, para poner mi cuello a tu entera disposición, y me besas con suavidad, aunque creo que sería más adecuado decir: me saboreas; noto tus labios entornados rodear mi cuello, dirigirse a cada uno de mis hombros mientras tus manos continúan su particular excursión por todo...