Al final eran tiernos.
De repente entraron como si nada y la destrozaron, pero al final eran tiernos.
María José preparaba la cena para ella y sus amigos cuando escucha la puerta abrirse. De inmediato escucha la conversación de los que entraban, Mario y Javier, y les dice que pasen.
Entonces sintió algo raro en el aire.
Alguien Le tapó la boca y la nariz con una mano, privándola del aire, mientras apoyaba el bulto inflado en sus nalgas. La presión que le hizo con la cadera era tal que sus piernas se lastimaban con el mármol de la mesada. En la desesperación, una segunda mano le tapo los ojos, un...