Las cosas que te decía bajito...

Una pequeña fantasía que te susurré una mañana...

Mmm. Me imaginaba que si, que cocinabas bien :-) Tan femenina... Seguro que haces de la cocina una forma de servicio al Amo.  Podría imaginarte, solo con collar y delantal (tal vez zapatos)... Llegar a casa y... ...llegas corriendo, haciendo botar tus tetitas jóvenes como un cachorro, porque sabes que me gusta, sonriendo, para lanzarte a besar mis zapatos... te revuelvo un poco el pelo y voy al despacho a dejar las cosas, tirándote mi abrigo encima. Lo cuelgas y me traes una copa al sofá en el que me siento...

Noche de calor

Una pequeña escena íntima, que puede ocurrir cualquier noche de verano en cualquier casa en la que viva una perra bien educada...

Es una noche húmeda y calurosa. El verano ha tardado en llegar, pero lo ha hecho con fuerza. En la jaula que conforma la parte inferior de mi cama, tú te revuelves inquieta, brillando de sudor.

De pronto, ves cómo mi mano, desde arriba, abre el cerrojo de la puerta, y tú, obedeciendo con alivio y emoción la orden implícita, sales a cuatro patas de tu jaula, y levantas la cabecita de perra para escudriñar mi gesto. Un golpecito en el colchón te permite subir a la cama de tu Amo, mientras me oyes decir...

Llegar a casa

En cuanto abrí la puerta supe que iba a pasarlo bien. Y no fue por encontrarte arrodillada tras la puerta, con la lengua fuera, aunque llegara tarde y diera la sensación de que llevabas tiempo esperándome así. No.Fue por la forma de besuquearme los zapatos, por tu forma ciega, apasionada, entregada

(Dedicado a la perrita a:cera)

En cuanto abrí la puerta supe que ésa iba a ser una velada especial.

No sé por qué, tal vez fuera uno de esos días importantes para las perras: el mismo día en que recibiste por primera vez mi semen en tu boca, el aniversario del día en que me apeteció que fueras mi esclava o el día mundial del escupitajo en la cara de las furcias. No lo sé, a quién le importa.

Fuera lo que fuera, el caso es que al  momento supe que iba a pasarlo bien. Y no fue por encontrarte...

Una tarde parda y fría, chupapollas...

Se acerca la hora de que el Amo vuelva a casa y chupapollas se prepara para lo que más adora: el servicio de cada día.

Hace mucho, mucho tiempo, publiqué aquí un relato titulado "El día en que llegó chupapollas" ( http://www.todorelatos.com/relato/41903/ ), que fue razonablemente bien recibido.

Y aunque han pasado años, y aunque he escrito cosas, no me he decidido a terminar otro relato (una secuela de áquel) hasta hoy. Y en gran parte lo he hecho gracias al apoyo y al ánimo de dos jóvenes autoras de TR, kayra ( [http://www.todorelatos.com/perfil/1413172/](http...

El día que llegó chupapollas

Tras la puerta, en el rellano estaba su pedido: la esclava que estaba esperando. Una sumisa realmente dóci.

Sonó el timbre de la puerta, y él abrió. En el rellano, una joven, con la mirada baja, esperaba.

  • Soy la esclava que compró por Internet, Amo.

Él no dijo una palabra. Metió dos dedos en la boca de la joven y exploró su interior, pellizcó su lengua y abrió sus labios para ver la dentadura. Con la otra mano sacó sus pechos por el escote del vestido y los magreó unos segundos, comprobando su firmeza. La chica, dócil, se dejó sobar. No podía ser de otra forma, al fin y al cabo no era más que u...