Tres intrusos en una vivienda de Nerja (2)

Continuación del relato publicado el 08 de julio por Huelva1

Aquí les mando la continuación de Tres intrusos en una vivienda de Nerja (1). Espero les guste el desenlace. Un beso.

Tres intrusos en una vivienda de Nerja (2).

Ruth tenia una larga melena castaña, que lucia a juego con sus ojos. Por sus 18 años era alta, y bien proporcionada: cintura estrecha y caderas firmes. Sus pechos se escondían tras una camiseta de manga larga y a rallas.

Fue arrastrada hasta donde estaba su madre, que seguía desnuda sobre la mesa del comedor. La obl...

Tres intrusos en una vivienda de Nerja (1)

....si colabora, le prometo que no va a sucederle nada a su hijita, que mírela como duerme, la princesita... pero si usted no es una buena mamá y se porta mal... vamos a largarnos, sí, pero con su tesoro en brazos! Me ha entendido? -

La familia Sánchez-García vivía en una urbanización ubicada en las afueras de la ciudad de Nerja, un lugar tranquilo y agradable. Las pocas viviendas que conformaban el barrio residencial eran casas unifamiliares que, aunque no podían considerarse de alto estanding, contaban con jardín y algunas de ellas, piscina.

Nunca quisieron ponerse rejas en las ventanas, pues hubieran arruinado el encanto de las vistas abiertas al jardín. Alarma sí tenían, se activaba y desactivaba con un mando a distancia...

Raquel y el Derecho Civil

Porqué Raquel suspendía una y otra vez la última asignatura de su carrera, el Derecho civil.

Raquel era buena estudiante, su expediente académico así lo reflejaba. Ya solo le quedaba una asignatura para terminar por fin la carrera: Derecho Civil. Pero no lograba aprobarla de ningún modo. Ya era la tercera vez que suspendía y no se explicaba porqué. Salía con una buena impresión de los exámenes pero su nota seguía siendo la misma: insuf-. Las reclamaciones le servían de bien poco. Su profesor corregía con dureza, y siempre encontraba argumentos para justificar su suspenso. Esta semana volvía a...

Marta en el autobús

Cómo Marta es violada en un autobús escolar delante de las miradas de todos sus compañeros, que no sólo no hicieron nada para evitarlo sinó que colaboraron.

Marta se havia dormido esa mañana y su padre apresuradamente la acercó a la facultad. Ella era animadora y su equipo participaba al día siguiente en los nacionales. Su autobús salía a las 9.30h y cuando llegó ya había partido. Por suerte, todavía pudo subirse al de los chicos, que ya cerraba las puertas.

Hasta el lunes, papá! –gritó des de la puerta.

Mucha suerte, cariño! –respondió su padre.

Marta se sentó en un asiento que estaba vacío, junto a la ventana. Llevaba su uniforme de...