Alexa y la horda de duendes
Una bruja maldice un castillo para que esté encantado, y encarga a los entes paranormales que espanten a los moradores.
Ambos estaban en el sofá, él sentado y ella acostada, durmiendo en posición fetal, el chico no llegó a cerrar los ojos, quizás la televisión mostrara algo de su interés, manteniéndolo despierto. Sin previo aviso Alexa se despertó de golpe, casi saltando del sofá y sentándose en el otro extremo, lejos de él y mirándolo con una cara de absoluto desprecio y asco.
- ¿Has estado tocándome el pelo?- Él negó con la cabeza, confundido, sin saber de dónde venían los tiros, ella se miró el pecho, y alzando el c...