Mi gusto por las mujeres maduras: La superabuela
Un hombre cercano a los cincuenta conoce a una abuela sesentona en un pequeño hotel rural.
Cuando mi esposa me comunicó que su querida empresa había programado una convención para el puente de mayo a quinientos kms de casa no me hizo puta gracia, yo ya había planificado cuatro días en una casa rural de la provincia de Almería donde esperaba descansar y relajarme en estos complicados días de stress y crisis donde hay que trabajar (los privilegiados que tenemos trabajo) el doble para ganar lo mismo que hace dos años. El caso es que yo, a mis cuarenta y ocho, necesitaba descanso y decidí, no s...