Y la magia siguió.
Sigo contando el encuentro posterior que tuve con Marta... Espero que os guste
Tras el encuentro inesperado con Marta la noche anterior, no decidimos acostarnos como puede ser la rutina socialmente establecida. Después de reposar con la sonrisa dibujada a fuego en nuestros rostros, fuimos a matar el hambre que teníamos después de todo lo vivido aquella noche.
Nos juntamos con el resto del grupo. Nuestras caras no delataron. Todo ello hacía que Marta me excitase cada vez más. Una parte de mi cuerpo me pedía descanso; sin embargo, otra ella me pedía seguir con ella y volver a dar...