Por un puñado de cremas 6
La vida de Isabel volvía a su rutina, pese a que la bacanal que había roto todas las líneas rojas que tenía en su decoro, seguía en su mente de forma vivida.
La vida de Isabel volvía a su rutina, pese a que la bacanal que había roto todas las líneas rojas que tenía en su decoro, seguía en su mente de forma vivida.
Durante un tiempo bloqueo aquellas imagenes en las que toda su familia se sumio en un frenesi de sexo. Aquellos recuerdos la ponían enferma, pero no en el sentido que una persona normal experimenta, sino que la excitaba sin medida.
Se refugió en el trabajo y las tareas cotidianas para que su vida retornara a la normalidad, o al menos intent...