Blood is thicker than water

"...Su sexo ardía sobre mi pecho cuando aparté su ropa interior para palparlo con mis manos y los dos gemimos al unísono cuando introduje un par de dedos en aquella cavidad que me esperaba atrayentemente húmeda..."

Aquella noche la ciudad no  parecía distinta en nada. Y quizás no lo fuese y el único matiz de distinción es el que ahora le otorga mi mente al recordar lo que estaba por venir.

Todavía no había pegado ojo a pesar de que el reloj ya marcaba una hora muy poco ortodoxa para aquellos que esperan descansar algo. Pero no era el caso. Yo había salido de cena con los socios del bufete para celebrar un fallo a nuestro favor en un caso que había tenido bastante eco en Nueva York, y podía permitirme no aparecer...

Entresijos de una guerra (11)

"...Dejó que sus manos cayesen hasta mi trasero y elevó desde allí mis caderas hasta que mi posición fue de su agrado para comenzar a moverse. Entraba y salía con pasmosa facilidad, mientras recorría mi cuerpo con sus ojos sin dejar de empujar una y otra vez entre mis piernas..."

Casi tres meses después del bombardeo de Düsseldorf el doctor dijo que quizás fuese hora de retirar el aparatoso yeso. No pude evitar sonreír ilusionada al escucharlo, ¡se habían terminado los días de dependencia! Dispuse mi mano en la posición que me indicó, dispuesta a aguantar estoicamente cualquier daño que pudiesen infligirme para liberarme de aquel armazón, pero no dolió lo más mínimo. Me lo habían enyesado cuando el brazo todavía estaba hinchado, así que ahora quedaba espacio suficiente entre el...

Entresijos de una guerra (10)

"...Entonces me miraba con la misma decisión con la que me había mirado para pedirme que me fuese, pero esta vez yo podía ver que en realidad estaba deseando hacerme el amor y tiraba de su cabeza hacia mí para que volviese a besarme apasionadamente mientras yo le abría mis piernas..."

<>. La idea de soltárselo fríamente y quedarme al descubierto ante alguien como Berg revoloteaba en una cabeza que yo apenas podía reconocer como mía. Aunque Berg - por mucho General que fuese - n...

Entresijos de una guerra (9)

"...Elevé mis labios unos centímetros, respirando costosamente a través de ellos mientras los dirigía al lóbulo de su oreja a la vez que sus brazos me apretaban más y más contra su cuerpo. Quise susurrarle que iba a correrme, pero él se me adelantó sin necesidad de palabras..."

Arrastré durante casi todo un mes el soberano cabreo que la reclusión obligatoria en la biblioteca me había ocasionado. Herman se disculpaba una y otra vez afirmando que lo entendía, pero que ya era hora de que yo comprendiese que lo hacía por mi bien. Y puede que lo entendiese, pero no por ello iba a pasarle por alto que me había encerrado en la biblioteca.

Durante aquel tiempo en el que la notoria disminución de comunicación me dejaba mucho tiempo para pensar, decidí no mencionar nada de la fa...

Entresijos de una guerra (8)

"...Abrí mis piernas tras un profundo suspiro, intentando facilitar el camino de sus atenciones aunque sus manos separaban con firmeza mis glúteos para que sus labios pudiesen colarse todavía más abajo. Y no sólo siguieron su camino, sino que se abrieron sobre mi ropa interior para dejarme sentir su lengua deslizándose sobre la prenda que yo quería que él retirase..."

-Bájate de cama, no voy a dejar que te metas aquí – insistía la voz de Herman de una manera perezosa.

Intenté despejarme un poco para escuchar aquella voz que le respondía, y que sonaba tan lejana como la suya.

-Pero si a Erika no le parece mal. Venga… siempre venías conmigo antes de casarte con ella… tengo miedo, Her

-Berta, vas a despertarla. Vuelve a tu cuarto y duérmete. Tienes trece años, ya no eres una niña. Si tienes miedo, entonces pregúntate; "¿a qué tengo miedo?" Y enfré...

Entresijos de una guerra (7)

"...Él sólo seguía saboreando mi cuerpo, deslizándose por donde creía conveniente mientras me arrancaba con ello todo tipo de reacciones, excepto la de refrenarle. Ésa no tenía cabida cuando se entretenía conmigo de aquella forma..."

El sol brillaba con fuerza sobre Binz, aunque no llegaba a calentar del todo. Y si cerca de Berlín todavía era posible encontrar los últimos resquicios de nieve en algún sitio apartado de un bosque en el que no diese mucho el sol, allí era imposible ver algo así a principios de mayo si no se miraba directamente hacia las montañas.

-Tendremos que volver mañana. Lo siento mucho, de verdad – se disculpó Herman irrumpiendo en el porche y anunciando lo que nos temíamos.

La boda había sido algo...

Entresijos de una guerra (6)

"...acrecentando mi deseo con la manera con la que sus brazos rodearon mi cintura en un abrir y cerrar de ojos, al mismo tiempo que su torso se inclinaba hacia delante, encontrándose con el mío y arrastrándolo hasta una posición vertical para mirarme desde un plano inferior, estremeciéndome con aquellos ojos que jamás pestañeaban mientras se posaban sobre mí.

Tuvimos una cena de Navidad tranquila. Y amenazó con no serlo, porque la señora Scholz dejó caer en la comida que tendríamos un invitado e inmediatamente Herman desencadenó una lucha verbal para que Furhmann no cenase con nosotros. Su madre se parapetaba en el hecho de que era un amigo de la familia, amigo de su propio padre. Pero no calibró bien la estrategia y lo que tenía que ser un atenuante para su hijo, terminó siendo un agravante que se volvió contra ella cuando éste la dejó sin palabras al es...

Entresijos de una guerra (5)

"...Jamás había experimentado esa sensación de echar de menos a alguien en la entrepierna, pero era abrasadora cuando ese alguien estaba a tu lado y no volvía a tocarte de aquella manera aun sabiendo que lo necesitabas..."

A tan sólo tres días para el regreso de Herman a casa, yo todavía continuaba con aquella sensación de no pertenecer al mundo que me rodeaba. Todavía sentía unas enormes ganas de salir corriendo de aquel lugar hasta que un calambre me obligase a detenerme. Barajé la posibilidad de marcharme sin darle ningún tipo de explicaciones a nadie, ni a los Scholz, ni a mis superiores. Pero ya sabía lo que pasaría si lo hacía y seguramente no alcanzaría un lugar seguro antes de que se diesen cuenta de que había...

Entresijos de una guerra (4)

"...Me hubiese quedado allí durante el resto de mi vida. Besándole, abrazándole y deslizándome a lo largo de aquella verticalidad que entraba y salía de mí con cada uno de los trémulos movimientos de mis piernas..."

A media tarde de este viernes en la cabaña.

Te quiero.

Es todo cuanto ponía la carta que Frank me entregó dentro de un sobre sin abrir que llevaba mi nombre. Estaba escrita a mano y llegó tres semanas después de que Herman regresase a Francia, tras su última aparición en casa para anunciar su nuevo rango.

Pero cuando él no estaba cerca, pensar con claridad era más fácil y tres semanas era demasiado tiempo como para hacerlo y no darse cuenta de que me gustaba demasiado, de que lo aquel...

Entresijos de una guerra (3)

"...preferí seguir siendo adorable para él y no permitirme más que esos gemidos que no lograba contener mientras me abandonaba por completo..."

Cuando llegué a la cabaña disminuí el paso, haciendo que el caballo caminase con sigilo entre la maleza que rodeaba el camino de acceso. Todo iba bien hasta que relinchó sin aviso previo, descubriendo mi posición a pocos metros de la casa y haciendo que mi mano derecha se deslizase ágilmente dentro de la alforja para empuñar la pistola sin sacarla a la vista. Me quedé quieta delante de la escalera que llevaba a la puerta principal, observando en todas direcciones sin bajarme del caballo y sin alcanzar...