Una cruda pasión (2)
Ya estábamos los dos muy excitados...nos levantamos y fuimos a un callejón próximo. En el camino, la paré y la puse de espaldas a mí. Echó su cabeza hacia atrás , entregándose a mí ofreciéndome todo su cuerpo. Pellizqué sus pezones , que estaban duros como piedras y se marcaban muchísimo a través de la camiseta mientras le besaba el cuello y mis dedos buscaban su coño.
Os doy las gracias a todos los que habéis leído el relato y a aquellos que me habéis animado a seguir escribiendo. Y como lo prometido es deuda , retomaré la historia en el punto en que la dejé.
La noche de esa primera vez, que era un día 13 de febrero , le confesé a mi amiga lo que había ocurrido. Esta amiga , a la que llamaré Rosa, he de decir que es una persona maravillosa, con un corazón que no le cabe en el cuerpo. Habíamos ido a pasear y no me sentía bien. Ella lo notaba y me preguntó . Ah...