Llámame Amigo (1)
De cómo dos compañeros de colegio, de 18 años, pasan de enemigos a amigos de uuna manera sorprendente.
Llámame Amigo
No era, ni mucho menos, un día caluroso. Cuando me levanté, por la mañana temprano, el despertador todavía no había sonado, pero yo me desembaracé de las sábanas y las mantas, me puse las zapatillas y salí de mi habitación, dejando a mi hermano todavía durmiendo.
A todo esto, me llamo Gonzalo, y tengo 18 años, tengo el pelo rubio (no teñido, natural) y todos me dicen que tengo una carita angelical (o de nenaza, para mis enemigos). Mi cuerpo no está nada mal, soy delgadito, de...