Lidia (II)
Ella se excitó viendo la grabación que su jefe le había hecho a su hermano con tres chicas macizas en aquella casa repleta de vicio y lujuria.
Lidia seguía con su novio, realmente llevaba una doble vida. Aparentemente era una niña buena en casa y en su noviazgo, pero por la otra parte estaba metida en auténticas orgías que controlaba su jefe, un mafioso dueño de discotecas y otros dudosos locales. Ella seguía bailando como gogó en la disco, cosa que a su novio no le gustaba pero que aceptaba resignado a sabiendas de que antes de dejar ese trabajo le dejaría a él. En esos tiempos Lidia acaba de cumplir los 19, era una chica maciza, de pechos...