La botella de leche

Una pequeña historia dedicada a la archivera que me hace la vida imposible.

Era media mañana, como podría haber sido otra hora, cuando Ramón recibió una llamada. Al otro lado del teléfono estaba Muñoz, el bedel del Archivo donde trabajaba su mujer. El bedel, con su típica voz desgastada por el anís, le comunicó que su mujer iba de camino al Hospital Central. Asustado y nervioso por la noticia, Ramón habló con sus superiores, cogió el primer taxi que vio y en poco tiempo llegó al Hospital.

En el Hospital se perdió varias veces siguiendo las indicaciones pero al final lle...