Castigándote

Dedicado a una sumisa

Te golpeo. Sin furia, sin bronca, sin exceso. Suelto mi mano sobre tu cara de ojos entornados, suena la mejilla antes de enrojecer. No estoy enojado ni soy violento. Sólo ejerzo mi poder sobre tu cuerpo y disfruto con tu entrega, tú que te entregas, cedes el control y lo ofreces. Te golpeo y no, no te odio, te amo, te gozo en la posesión, en el goce te poseo.

Estás desnuda y ofreces los pechos como testimonio, como regalo y tributo, pero mas que nada como testimonio de sumisión y conciencia...