¡Ay, princesa!

El trabajo de disfrutar de la unión con la persona amada siempre trae su recompensa... aunque también un deseo de más.

¡Ay, princesa!

Un suspiro y el aire opaco

se vuelve sólido y nos pesa.

Rebota tu voz por los espacios

que dejan libres nuestros cuerpos.

Ay, melena, cuántos ratos

viviría con mis manos en tu selva...

Tu voz suena desde el alma

en la unión carnal y plena:

que no pare este vaivén,

que la vida nos desborde.

Ay, mirada, cuántos ratos

pasaría en tus profundidades...

La caricia íntima y profunda

ahond...

A pesar de la distancia

La ausencia del amante no necesariamente significa la ausencia de las sensaciones placenteras.

A pesar de la distancia

Me acuesto contigo cada noche a pesar de la distancia.

A tu lado, pegado a ti, sintiéndote cerca,

para que mi cuerpo se clave en el tuyo y me des calor,

para que tu cuerpo se clave en el mío...

No tarda en llegar el beso de mano torpe,

siempre yendo a parar donde desea

-ora tu pecho, ora tu culo, ora tus muslos, ora tu sexo-

mientras disimulan mis labios en los tuyos

apagando el posible reproche.

Per...

Sonetos anatómico-forenses

¿Qué tendrá el cuerpo humano -en sus dos posibilidades, mujer y hombre- que lo hace tan interesante? Loa a algunas zonas erógenas.

SONETOS ANATÓMICO-FORENSES

I

¡Oh falo, viril cetro poderoso,

bella verga que en la bella te hundes,

duro vigor que huye si te hundes

en sexo ajeno, mojado y pringoso!

¡Oh nabo humano, altivo y glorioso,

pepino masculino que confundes

cuando el vello aledaño te tundes

luciendo aún más altivo y lustroso!

A ti, pene flácido, rindo honores

cuando abandonas todos tus temores

mereciendo por ello ser loado,

cu...

Unos ripios (muy) subidos de tono

La danza del sexo, cuando hay buenos bailarines, es sin duda un espectáculo altamente estético.

UNOS RIPIOS (MUY) SUBIDOS DE TONO

Composición totalmente pornográfica

sin demasiado cuidado por eso de la metáfora.

Cocida en su propio caldo

me ofreces de saldo

tu carne morena.

Y yo, que nunca rehuso,

bendigo al que puso

mi vado en tu acera.

Y te acercas con requiebros...

¡no existen cerebros

que entender pudieran

las mil y una maravillas

que tus pantorrillas

anuncian y esperan!

Mi cuerp...

Más que sexo

A veces, el sexo es mucho más que el mero follarse mutuamente.

Más que sexo

Como una granada repleta de frutos

te abres ante mí, amor, amada mía,

y el fruto jugoso su zumo derrama

y es todo mi ser quien de ti se extasía.

Siento ya mi carne entrando en tu carne,

tu cuerpo y el mío unidos en uno;

siento en mi vientre tu vientre que arde

y, alrededor, todo se transforma en humo.

Y eres el centro del cosmos eterno:

todo está en ti y fuera de ti nada...

Y bebo el remedio de mi ser enfe...

Del acceso al séptimo cielo en sus brazos

Soneto en el que se presenta el sexo como un ascenso hasta la culminación.

Del acceso al séptimo cielo en sus brazos

Tus brazos me protegen y me aman,

en ellos encuentro descanso y gozo,

son mi guarida, grato calabozo

donde tras darme muerte me embalsaman,

porque muero en tus brazos cuando exclaman

nuestros cuerpos exangües su alborozo

de amarse sin disimulo ni embozo,

cuando al séptimo cielo se encaraman.

Primero el beso, después entusiasmo,

tercero el besante pleonasmo.

Después llega el cua...

... Y otros llevan la fama

No es infrecuente que la mala cabeza nos ponga en posiciones complicadas y, mucho menos, cuando la mala cabeza no es la pensante, sino la púbica (cosa muy frecuente entre los humanos de sexo masculino).

... Y OTROS LLEVAN LA FAMA

Hace tiempo tuve fama de poeta. Al principio me gustaba, la verdad, eso de que me viera la gente como capaz de crear belleza con las palabras aunque no necesariamente fuera cierto porque uno de poeta siempre tuvo poco. Como mucho, y con muchas matizaciones, de autor de ripios.

La fama la gané por un soneto que apareció en una de esas revistas literarias de escasa tirada y más escaso aún público al que premiaron con un absurdo trofeo, algo así como "el mejor poeta...

¿Follas?

Dice el refrán que nunca te acostarás sin saber una cosa más, lo que no deja de ser cierto. Lo fundamental es saber, después, aplicar lo aprendido.

¿FOLLAS?

Una de las cosas que siempre he querido decirle a una mujer es un "¿follas?" de esos de película, sin el "hola" delante ni nada parecido, en la barra de un bar. Como presentación es suficiente, porque cuando uno se aproxima a la bella a altas horas de la madrugada difícilmente puede explicar mejor las razones de su aproximación con menos palabras y porque, ya puestos, el nombre del con quién es lo de menos.

Lo he hecho alguna vez, pero siempre en barras de burdeles o whiskería...

Eternamente breve

Porque, a veces, la historia es muy puta. Y contra ella y sus quereres, muy poco podemos hacer...

ETERNAMENTE BREVE

La cueva que formaba tu melena sobre mi cara, cuando inclinabas la tuya sobre la mía en la almohada, era oscura, tremendamente oscura. Y en aquella noche recién estrenada, me impedía ver tus ojos. Pero no me hacía falta: sabía dónde estaban, y dónde estaban tus labios. Me encantaba besarte así, en esa oscuridad tan tuya. Tan nuestra.

Era la primera vez que compartíamos una cama, pagada únicamente para compartirla. Porque necesitábamos ese momento. Porque las almas era...

El caso de la chica del gangster (5)

Avanza la historia, cerca ya de su fatal desenlace.

**EL CASO DE LA CHICA DEL GANGSTER

NUEVE: A PUNTO DE DEJARLO**

Una vez más, y contra todo pronóstico, estaba vivo después de haber recibido la visita de la muerte. Sé que así queda muy dramático, pero bueno...

El volver a la conciencia fue un pelín traumático, porque entre la intoxicación por el humo y la intoxicación que me provocó el tipo del bar, lo cierto es que andaba bastante descompuesto. Tan descompuesto que vomité nada más volver en mí. Quisieron los hados que me despertara miran...