El collar de Daniela
Daniela recorre como cada día su ruta de metro hacia el trabajo. Como de costumbre, analiza minuciosamente a todos los hombres con los que se encuentra. Jamás imaginó lo que ocurriría la próxima vez que entrara en ese vagón. Descubre un relato lleno de pasión, sexo en público y calor.
Cada mañana Daniela se despertaba perezosa a las siete en punto. Silenciaba la alarma de su Samsung y se fundía cinco minutos más con sábanas antes de volver a la rutina diaria. Le encantaba esa pequeña tregua después del sueño, en la que dejaba volar su imaginación antes de pisar el suelo de la habitación para empezar un nuevo día. En el cuarto de baño dejaba caer su ropa y ante el espejo, recorría de un vistazo su cuerpo de treintañera. Siempre había odiado sus caderas anchas que morían en unos glúteos...