Modosita lujuriosa
Aceleré el ritmo y ella en respuesta aferró mi culo y me clavó las uñas con saña. Pensé que le había hecho daño y frené el impulso de mi pierna.
Cerré la puerta de mi apartamento y respiré profundamente.
–Mi casa –dije en voz alta para escuchar como sonaba.
Una sensación indescriptible me recorrió todo el cuerpo. Al cerrar aquella puerta, tras despedir a mis padres, tuve una sensación de seguridad, de refugio, de intimidad, que jamás antes había experimentado.
Por delante se habría un mundo nuevo y seguro, que lleno de cosas maravillosas. No es que en el pueblo, junto a mi familia, no estuviera bien, pero un piso para mí sola en la...