La dentista
Del sufrimiento al placer extremo.
Me llamo Gustavo y esta historia que les voy a contar es real y me sucedió hace poco tiempo.
Por problemas en mi dentadura y ante la insistencia de mi mujer a que asistiera a un odontólogo para solucionar los problemas que me afectaban y sabiendo de antemano que no esta entre los placeres de mi vida asistir al dentista, me recomendó a la suya que yo conocía de acompañarla a realizar un tratamiento rutinario y en la cual no había prestado mucha atención, por lo tanto mi mujer se encargo de solici...