La disciplina de Mamá 7. Un día cualquiera
Después del apasionante viaje a la ciudad, una nueva rutina se establece entre mamá y su zorrita, a la que castiga, humilla y recompensa según su comportamiento.
Cuando acabe de limpiar la cocina oí la voz de mamá que llamaba desde el comedor. Fui hacia allí y me quede plantado delante de ella, cubierto solo con unas braguitas blancas de encaje. Mamá estaba sentada en el sofá mientras bebía una copa de frio vino blanco. Estaba vestida con una blusa blanca y una falda de tela roja. A pesar del calor llevaba unas medias de color carne. Mamá frotó su mano contra mi paquete y rápidamente este se puso duro tensando la tela de las bragas. Durante todo el día mamá no había...