Desconocidos
Una fantasía
DESCONOCIDOS
Sara está algo nerviosa, pero los nervios no consiguen frenar su excitación. En todo caso al contrario. La espera se está haciendo larga, piensa en hacerse un dedo para calmarse, quizás hacerlo la libere de la locura que está a punto de llevar a cabo. Se mete la mano por dentro de los pantalones, y lo nota todo mojado. Joder, podría correrse en nada, pero no quiere su dedo. No quiere dedos. Tampoco quiere un vibrador, ni siquiera una polla de verdad. Su coño desea una lengua. Unos labios....