El regalo de mi tío
Mientras seguíamos caminado le pregunte si me dejaba tocarlo antes de llegar a la casa, me miro y me preguntó que quería tocar, no le conteste pero mire hacía su pantalón, me preguntó cuanto había tocado y le dije que dos, pero que me había gustado más el suyo. Me dijo en dónde los tocaste-, le conteste que en el metro y sonrió, me dijo que sólo una vez y ya. Me emocione y le conteste que sí.
Después de mi experiencia en el metro me excitaba cuñado recordaba como había tomado entre mis manos esos pedazos de carne tan duros y calientes y como había logrado hacerles "eso" a esos tipos que nunca más iba a volver a ver en mi vida. Eso era lo que más me excitaba, en no saber a quien había masturbado en el metro.
Un día acompañe a mi tío que vino de visita para que comprara algunas cosas en el centro. El siempre me había dado regalos de pequeña y me daba mi domingo cuando venía. Estaba muy...