Confesión de como me convertí en esclavo (9)
Capítulo de transición con una nueva degradación
Allí estábamos, Ferrán y yo frente a mi tío que se levantó de un salto y vino hacia nosotros, yo estaba desencajado, temblando pero aquello no pareció sorpender a mi tío que se limitó a darme la vuelta y separarme las nalgas para mirarme el ano.
Tio, que habéis hecho, tiene el ojete como un buñuelo. le espetó a Ferrán. Las lágrimas brotaron en mis ojos.
Bueno, ya sabes, Pixot...
Ni Pixot ni hostias, os lo habéis follado todos! le cortó mi tio.
Te juro que no, verdad que...