El encuentro (beso I)
Nunca me había permitido experimentar aquello, porque no sabía dónde terminaría...
Fue al sentir sus labios rozar los míos, cuando fui verdaderamente consciente de lo que estaba pasando. Muchas veces me había contenido, pero lo había prometido, iba a ser su regalo, pero nunca llegaba el momento adecuado, y ahí estábamos.
En otras ocasiones ya me habían besado apasionadamente, pero era ahora cuando por primera vez yo sentía cada papila gustativa disfrutando de distintos sabores enfrentados. Primero fueron sus labios. El roce tímido al inicio y casi violento enseguida de su boca sobre...