D.Ignacio, el presidente del Banco de mi marido(2)
Después de la noche en el hotel con D.Ignacio, la situación da un giro inesperado a partir de una llamada. De nuevo el poder ejerce una influencia hasta ahora desconocida en mí y me permite seguir descubriéndome.
Habían pasado tres semanas desde la noche en el hotel con D.Ignacio y por ahora no había vuelto a llamar. En el fondo prefería que fuera así, aunque aquella noche habíamos perdido el control de la situación pero ahora veía las cosas de otro modo. Aquello había sido un desliz, una locura algo completamente ajeno a mi forma de ser y a mi escala de valores. Esperaba que D.Ignacio lo hubiera entendido así también y aquella invitación a repetir no llegara nunca a suceder. Al mismo tiempo sabía que si volvía a ll...