Noche de lujuria y fiesta
Así fue la noche en que mi marido y Pedro me llevaron a tomar una copa y me masturbaron en un lugar público y luego me follaron en el coche.
Por capricho de mi marido, nuestro amigo Pedro se convirtió en mi amante. Todo delante de mi propio marido. Al final resultó que la experiencia me gustó como juego sexual tanto que, decidimos repetirlo algún día. Pasaron semanas. También meses. Recordar la noche que follé con Pedro dos veces y el tamaño de su polla me seguía excitando. Pero no me apetecía echar un simple polvo. Quería una buena sesión y esta vez que mi marido participase y hacer un trío. Quería erotismo. Quería morbo. Como más de un sábado...