La entrega

Primera experiencia de un aterrado y sumiso gusano, en la que será la posesión total de su insignificante existencia, para placer y satisfacción de la Reina.

Mi cuerpo desnudo boca abajo sobre el parket. Los tensados grilletes en muñecas y tobillos me mantienen forzado en forma de X. Las pinzas de metal que aprisionan mis pezones y mis genitales están bien unidas por la cadena, fuertemente tensada hasta el pie del Trono. El dildo que penetra sin piedad mi ano me recuerda bien mi destino.

La espera es larga, muy larga.

Por fin, oigo la puerta del cuarto de baño, y los pasos de mi Reina acercarse. Ya puedo sentir el olor de su perfume. No sin esfuerzo,...