Luisa Y Mateo. Memorias De Un Amor Prohibido (7)
Toda historia tiene un final. O un nuevo principio...
Después de habernos abandonado por fin a nuestros deseos bajo las ramas de los árboles, decidimos pasar el resto del día en aquel mágico lugar, un lugar que siempre sería el escenario del momento más feliz de mi vida, y del segundo momento más feliz en la vida de mi madre, ya que el primero era el día de mi nacimiento.
Colocamos nuestras toallas en el suelo y volvimos a ponernos los bañadores, por si acaso. Si alguien pasaba por allí, solo vería a un joven grandullón y a una hermosa mujer en bikini to...