Soy una chica gamer 4
La cerda aprende un par de lecciones y de paso su Ama le regala un orgasmo.
—Cerdita, date la vuelta, quiero verte bien.
El esclavo, antes conocido como Javi, mi amigo gordo friki, se apresuró para cumplir mi orden. Donde antes había un hombre ahora ya no quedaba más que una cerdita. Bien está que no era realmente un hombre, solo la sombra de uno. Había perdido todo su vello corporal, a excepción de la cabeza, y como estaba recién depilado, su piel estaba enrojecida por el baño que le había dado de agua caliente. Todo eso hacía destacar aún más su peso, que lo colocaba en la...