Imprevistos en la playa
¿De verdad creía que ir a tomar el sol y relajarse, sola y medio desnuda en una playa atestada, saldría bien? No. Siempre hay imprevistos.
IMPREVISTOS EN LA PLAYA
Ese sábado llegué a la playa a primera hora de la mañana, cuando solo unas pocas pioneras como yo habían clavado sus sombrillas en la arena y tendido sus toallas y hamacas, delimitando el territorio conquistado. Eran gente mayor, sobre todo, algunas con sus maridos, otras en grupos. Parecía que era la única jovencita de la playa.
En realidad tampoco era tan jovencita. De hecho, tenía ya dos niños. Pero digamos que luzco mis treinta y muchos con bastante salero. Salv...