MARIBEL: LA ABUELA DEL VERANO (4/ Primera follada)

"¿Quieres una toallita para limpiarte?", me dijo mientras me miraba con ternura... De su pubis aún rebosaba semen y un hilillo comenzaba a impregnar su ojete.

Aparqué a dos calles de su casa. Se bajó y se encaminó hacia ella. No quería que la vieran con otro hombre que no fuese su marido, acercándola a la puerta de su casa.

“No es conveniente que te vean entrando. Si ven a alguien entrar en casa comenzarán las habladurías. En pueblos pequeños como este, la gente tiene todo el tiempo del mundo para espiar y meterse en la vida de los demás”.

Siguiendo sus indicaciones, hice un poco de tiempo antes de llegar a la casa. Golpeé con los nudillos la pequeña...

MARIBEL: LA ABUELA DEL VERANO (III / En su casa).

"Espera un poco y no vayas tan rápido jovencito. Si quieres, llévame a casa y te preparo un café de esos de los de antes. De aroma, crema y sabor intenso. Y si no tienes prisa ni te están esperando, nos lo tomamos charlando tranquilamente y a solas”.

El segundo domingo me levanté más descansado y tranquilo. Los nervios del anterior habían quedado aparcados tras aquella primera aproximación a Maribel. Había logrado tender un puente que me ayudaría a granjearme su amistad y poder entablar una relación más íntima y cercana con ella.

Repetí en casa la misma ceremonia del primer día. Pero está vez me levanté a las diez, ahorrándome el madrugón del domingo anterior. Tomando el café, repasaba mentalmente el plan del día. “Si llegan a la misma hora, con q...

MARIBEL: LA ABUELA DEL VERANO (II/En la playa).

Aquellas veteranas tetonas y culonas, iban a conseguir terminar conmigo a base de pajas como no comenzase a follar pronto con ellas...

Aquella mañana de domingo, me levanté excitado, nervioso y completamente empalmado. La textura de mi poya se asemejaba, por su dureza al tacto, más a una piedra que a un cuerpo venoso. Desayuné un poco. Me duché y salí muy alterado camino de la playa.

Las previsiones meteorológicas no eran las mejores para aquel mi primer día de playa, después de tantos años sin haber pisado ninguna. Sin embargo, la ocasión lo merecía. El aire caliente y los más de cuarenta grados no iban a ser un impedimento para tra...

Maribel: la abuela del verano (i).

Si quería follar por primera vez con una abuela, tendría que pensar cómo conseguir captar su atención y que por fin, la leche caliente ya no se perdiera por el desagüe de la ducha

La mañana de aquel día anunciaba su llegada con un fuerte viento. Un preámbulo del que sería el típico día tórrido y caliente de verano. Hacía muchos años que no pisaba la arena de una playa. Siempre me han agobiado las multitudes con su ir y venir del agua a la arena, o con su ajetreo de toallas y neveras de las que venían acompañados para pasar un tórrido domingo junto al mar.

Llevaba pocos meses en el pueblo y mi vida social se limitaba a dar algún paseo o hacer las compras de la semana. En uno de...

MARIBEL: LA ABUELA DEL VERANO (Intro).

Maribel es una viuda de 68 años que conocí el verano pasado y que hasta hacerlo por primera vez conmigo, llevaba once años sin follar ni follarse a nadie...

La vida no es sencilla. Cuando nacemos, lo hacemos sin un manual de instrucciones que nos oriente a lo largo de ella y todo lo vamos aprendiendo en el día a día. Pero lo hacemos en un contexto de reglas y formalidades que más que ayudarnos, nos angustian. Uno de los campos más confusos en nuestras vidas es el de las atracciones, las emociones, el erotismo en general y nuestra sexualidad en particular. Así por ejemplo, y por pura convención social, en el terreno sentimental tendemos a relacionarnos con perso...