Apuntalando lo dicho por Tony

Completando el comentario hecho por Tony sobre la ruqueza de la lengua española. Significado de algunas palabras utilizadas en la Argentina.

Completando el comentario a las valoraciones hecho por Tony

El pasado 22 de julio Tony nos deleitó con una serie de comentarios sobre la riqueza de la lengua española. Las apreciaciones de Zer, Kosuke, Fhulter, AntailGe, Lucitín, Nocturna, Vicki, Spa27, Alituru y Vieri32 me indujeron a rastrear algunas palabras de uso frecuente en la Argentina, especialmente en Buenos Aires..

Me quiero referir específicamente al lunfardo y a sus derivados para completar lo expresado por Tony como así tambié...

Con las dos madrinas

A Bubi no le resultó suficiente con una madrina, necesitó acostarse con la otra.

Con las dos madrinas

Retomo el relato que dejé en "Con la madrina (1)". Continúo en la cama junto a Meca, madre de mi amigo Quique, que más que su madre parece la hermana mayor.

Les repito que tiene 71 años pero nadie le da, como mucho, más de 55. Delgada, 1,75 de estatura, piernas esmeradamente cuidadas, trasero robusto, cara aniñada surcada por muy pocas arrugas, cabello cortado a la garzón teñido de color castaño, voz suave y sensual y un busto que si se lo mira atentamente es deliciosa...

Con las dos madrinas (1)

Bubi continúa disfrutando su relación con Meca y Tona por segundo día consecutivo.

Con las dos madrinas (1)

R etomo el relato que dejé en "Con las dos madrinas". Continúo en la cama junto a Meca y Tona, madre y suegra respectivamente de mi amigo Quique.

Les refresco la memoria: Meca tiene 71 años pero nadie le da más de 55. Delgada, 1,75 de estatura, piernas esmeradamente cuidadas, trasero robusto, cara aniñada surcada por muy pocas arrugas, cabello cortado a la garzón teñido de color castaño, voz suave y sensual y un busto deliciosamente imperceptible aunque recata...

Con la madrina (2)

Bubi continúa en la cama con la madre de Quique. Conversaciones picantes y acción.

Con la madrina (1)

Tal como lo prometí la última vez, retomo el relato que dejé en "Con la madrina". Les recuerdo que me estaba en la cama junto a Meca, madre de mi amigo Quique, que más que su madre parece la hermana mayor.

Ya saben que tiene 71 años pero nadie le da, como mucho, más de 55. Delgada, 1,75 de estatura, piernas esmeradamente cuidadas, trasero robusto, cara aniñada surcada por muy pocas arrugas, cabello cortado a la garzón teñido de color castaño, voz suave y sensual. También...

Con la madrina

Bubi, padrino de casamiento de Quique, termina en la cama con su comadre.

Con la madrina

Que un amigo como Quique me eligiese para ser padrino de su boda fue uno de los honores de los que más me enorgullezco en esta vida. Un tiro al aire como él, a los casi cincuenta años y después de tres años de convivencia con Clarita decidió blanquear la situación pasando por el Registro Civil y la Iglesia. Ignoro los motivos y no pregunté para no invadir su privacidad.

¿Por qué yo y no otro? Meca, su madre de 71 años, enviudó diez años atrás luego de un feliz y prolongado ma...

Celestina improvisada

Para sacarse de encima a una amiga recién separada promueve un encuentro sexual.

Celestina improvisada.

Creo que ya conocen a Lidia, mi amiga de los años 70. Odontóloga, creo que cerca de diez años mayor que yo (a las mujeres jamás se les pregunta la edad), gambas muy bien torneadas, 1,65 de estatura, pelito corto, tetas que parecían peritas, culo durito, voz gruesa de grapera, jovial, divertida y liberal.

Ese sábado todos los del grupo de teatro leído tenían la agenda completa de compromisos así que por la tarde fui a jugar al fútbol con mis ex compañeros de secundari...

El chocolatín, mi amiga Lidia y la caballerosidad

Bubi, sin dejar de ser caballero, coge con su amiga Lidia y descubre el "chocolatín".

El chocolatín, amiga Lidia y la caballerosidad.

Corría 1970, yo estudiaba abogacía y hacía algo más de un año que Dora, mi noviecita de los 25 años, me había colgado la galleta. Como a todo buen macho argentino, lo sentí como un puntapié en el medio de los huevos. Pero en realidad, lo que me dolía era el orgullo porque me dejó por nadie. Con nadie o con otro no importaba, me destrozó.

Por un lado, no quería ver una mina ni en pintura, pero por el otro tenía unas ganas locas de encamarme que...