El regreso de Mirian Rosell - 2 -
Sigue la noche
Susana no dejaba de morrearme, besaba de vicio. Enrique me hizo levantar los brazos y me sacó completamente el vestido, dejando en pelotas del todo.
- Que hija de puta, que buena estás, ¿estás viendo esto Marius?
Me agarraba fuerte de las tetas y me abría el coñito con sus dedazos. La situación me tenía en trance. Susana acariciándome las tetas, cuello, oreja con mucho tacto y suave. El sobándome como si fuera material y sabiendo que el chofer ejercía de mirón.
Hasta ese momento me...