Dani, segunda parte.

Lee la primera parte antes, sino te parecerá corto.

Él me hizo girarme poniéndome boca arriba. Sentí el aceite en mi pecho, sus manos lo extendían con delicadeza pero mis senos estaban a punto de estallar. Parecían más grandes que nunca. Estaba hechizada sin saber qué hacer. Él dejó los pezones para el final. Cuando sus dedos resbalosos comenzaron a acariciar mi areola y hacer cosquillas en los pequeños botones, sentí escalofríos.

Su boca tomó el relevo de sus manos, pensé que iba a llegar al clímax. Jamás me habían puesto en un estado semejante de fre...

Dani, primera parte

Demasiado largo para un solo relato, no me dio tiempo a terminar. ¿Esperarás la segunda parte?

Era un fresco día de invierno.Había nevado y yo me encontraba enredando en la nevada erigiendo un monigote cuando un amigo de mi padre, vecino nuestro, pasó por la calle, junto a mí.

Se llamaba Dani, de unos 35 años. Nos habíamos visto continuamente desde hacía muchos años. He de confesar que siempre me resultó muy atractivo y con un cuerpo perfecto. Me saludó como siempre, observando el monigote de nieve a medio hacer. Me preguntó si estaba sola o mis padres estaban en casa y yo le dije que mi...

Salomón la consumación

Por fin pude acostarme con Salomón. Y la verdad que si no estuviese casada con José me plantearía tomarle como pareja.

*Esta es la continuación del relato sobre Salomón, por lo que doy por sentado que la primera parte ya la has leído. Si no es así, te aconsejo hacerlo para no encontrarte perdido en alguna parte de la lectura.

En la extensa plática con Daniela, a primera hora de la mañana, conseguí  de primera mano, las increíbles  descripciones de su diversión con Salomón. Me propuso que comiéramos juntos los tres. Cuando acepté, me rogó que yo eligiera restaurante y que lo dejara en un mensaje el sitio y hora. Ella e...

Salomón el incio

De cómo conocía a Salomón y de la aventura que tuvo con mi amiga Daniela

Conocí a Salomón más de dos años después de su divorcio. Él no estaba interesado en salir con nadie, ya que la ruptura de su matrimonio con Encarna le volvió bastante solitario, introvertido y con cierta tendencia a la depresión.  Salomón y su esposa habían sido novios desde el instituto y terminaron casándose bastante jóvenes.  Si cabe, la acritud de su carácter, se vio aumentada debido a que Salomón había crecido en una familia muy religiosa. En su credo estaba contenida la idea de que el matrimonio debía...

El primo Jacobo

Mi primo es mucho mayor que yo, nos invitó a su apartamento junto al mar.

Jacobo es mi primo. Tiene cincuenta años y nos hospedábamos en su casa por unos días. Siempre ha ejercido un absoluto dominio sobre mí. Yo tengo 28 años es decir, me saca 22 años.

Cuando yo era tan solo una niña de 12 años el ya tenía 32. Me daba órdenes y yo, simplemente, como si estuviese hipnotizada le obedecía. Sus dedos fueron los primeros que conocieron mi intimidad.

Ahora, tantos años después, habíamos ido mi esposo y yo invitados a su apartamento junto al mar.

Mi marido había ido a...

El doctor Pablo

Revisión medica anual en mi empresa.

En ese día debía pasar mi reconocimiento médico anual en la empresa. Como todos los años.

El doctor, Armando Pablo es muy atractivo, lleva pasando esas revisiones por lo menos seis años y fantaseo a menudo con él. Mi esposo no lo sabe.

Aunque nunca pensaba confesarle mi tremenda atracción, creo que en las pocas veces que pasé por la consulta, él se ha dado cuenta de mi enamoramiento.

Miércoles por la mañana 14.00 horas.  Entro en la clínica diez minutos antes de mi cita, necesitaba rellena...

La propuesta de andrés

Miré a ambos lados de la barra. Nadie estaba interesado en nosotros. En un movimiento gatuno, del que nadie se percató, salvo mi amigo, me quité el tanga y se lo metí en el bolsillo del pantalón, rozándole con mis dedos los testículos de forma intencionada.

LA PROPUESTA DE ANDRÉS

El destino se cernía sobre mí como se ciernen las nubes de tormenta, oscureciendo el cielo y la tierra, atenazando y zarandeando con sus dedos de viento los árboles, y revoloteando las hojas secas y las bolsas vacías de patatas fritas.

A la tristísima muerte de mi padre, en la que no pude pensar durante meses sin inundar mis ojos de llanto y mi alma de honda desesperación,  se unía la sobrevenida penuria económica, una escasez de lo más inmisericorde.

*Apenas tenía...