Te espero
Te sigo amando.
Ella, una princesa, tan frágil, una bella dama. Tiene esa magia que cautiva, un carácter que para aquellos que les gustan los retos, es un desafío. Las palabras inesperadas en el momento menos esperado con la caricia tan dulce como la actitud tan severa que tomaba cuando estaba enojada. Una persona sin doble filo, con algo de chiquilla y con mucho de mujer.
Un día, hace un tiempo atrás, la conocí, nos presentaron en una reunión, nada fuera de lo común, una conversación sobre la vida, el trabajo,...