Cuatro Corazones (Capítulo 6)

La confesión de Mimi

Capítulo 6

La espera en el aeropuerto fue extraordinariamente desesperante.

En parte era culpa mía. Había ido con demasiado tiempo de antelación… Estuve más de media hora dando vueltas en la terminal, bueno, realmente sentándome y andando a ratos… Pensando en como debía decirle a Izzy mi gran secreto. Sora tenía razón, seguir retrasando el momento sólo lo haría peor cuando llegara. Y tarde o temprano debía llegar. Era inevitable…

Desde luego, me dije, un aeropuerto no era el lugar indi...

Ella, Claudia (6. Noche con Sabrina)

La noche de la cita.

Capítulo 6. Noche con Sabrina

Estuve toda la tarde del sábado ocupado fantaseando lo que habría ocurrido en el 3º B después de marcharme yo. Lo último que había visto, una imagen que pensé que nunca se me borraría de la mente, era a aquellas dos sensuales mujeres, mi Ama Claudia y su amiga Rocío, unidas en apasionado beso en el salón. ¿Qué habrían seguido haciendo después? Recordando lo que contenía la caja que había traído la primera a su regreso era más que evidente que no se iba a dedicar a hab...

Poemas de un Gato

No podía dejar, en mi reposición de mis relatos, de enviar también estos sencillos poemillas que, como entretenimiento, compuse.

POEMAS DE UN GATO

A la Musa

Mi poesía es dulce fruto del amor

Cuando mi alma es por la Musa adorada

Cuando se encuentra por ella cautivada

Cuando conoce de su lecho el calor

Prueba de su boca el frescor y el sabor

De sus pechos queda la sed saciada

Y se encuentra, de pronto, penetrada

Al coger la Musa en su falo la flor

La Musa, así, mi alma va tomando

Por unas piernas abiertas se ve acogida

*Y yo, de placer, estoy j...

Ella, Claudia (5. Una Profesora)

En el siguiente capítulo de la historia de Claudia no pude resistirme a dar un cameo a un querido personaje de otra historia...

Capítulo 5. Una Profesora

Aquel sábado me levanté con la sensación de haber descansado poco,..., y pensando en Claudia. De hecho, incluso había soñado con ella...Con ella dominándome, poniéndome a cuatro en mi misma cama...Lo cierto es que llevaba fantaseando sobre ella sin cesar desde el “espectáculo” que hizo en la cocina hacía ya más de una semana, pero al final me había encontrado con cosas que nunca hubiera sospechado, desde la lluvia dorada a la sodomía. Y lo cierto es que, un primer estupor...

Cuatro Corazones (Capítulo 5)

Un sencillo relato con Mimi en Nagasaki y una calurosa llamada...

Capítulo 5

-¿No te apetecería tomarte un café?

Las palabras de mi padre me despertaron de la modorra que se estaba adueñando de mi mente… Lo cierto es que estaba cansada, cansada y acalorada en aquel pasillo… Después del largo viaje hasta allí, las complicaciones con taxis y en el aeropuerto, para conseguir un billete a última hora,…, y tras eso, la larga, muy larga espera… Me había agotado por completo. Pero la verdad es que lo poco consciente que quedaba de mí se alegraba. Cansada no podrí...

La Venganza de las Mercedes

No sabía en que categoría colocar este relato, pero más allá de eso espero que les guste. Dos Mercedes y un curioso deseo de revancha...

La Venganza de las Mercedes

El fuerte sonido del gran reloj del comedor, con sus diez particulares campanadas, anunció la hora punta por toda la casa. Lo recibí con la ya para mí común mezcla de nervios, temor y alegría que desde hacía nueve meses me tenía casi constantemente embargado. Era el momento, pensé, procediendo a vestirme. Mientras me abotonaba la camisa miré hacia el escritorio, donde reposaba mi móvil, que con su mudez me indicaba que el plan seguía en marcha. Ya vestido, me senté un m...

Daniel y Yo (1. La Fiesta de Ricardo)

La primera de las cuatro partes de un relato que fue, considerado globalmente, el mejor valorado de mis escritos. Por consejo de una lectora lo he cambiado de categoría de "Gay" a "Bisexuales".

Capítulo 1. La fiesta de Ricardo

Ya era viernes por la noche, hacia poco que habíamos cenado y ya sólo la luz de las farolas entraba, junto con el ruido habitual del tráfico y de los peatones, por la ventana de mi cuarto mientras yo, que tecleaba palabras en el ordenador que no estaba seguro de haber pensado bien, intentaba no pensar en lo que me esperaba... No era de las personas a las que gustara sufrir por adelantado lo que sabían que estaba por llegar, y es que me sentía casi como un reo en el...

Ella, Claudia (4. Aprendiendo...)

El inicio de una esclavitud...

Capítulo 4. Aprendiendo...

La tarde de aquel jueves estuve encerrado en mi cuarto, pensando en ella y tocándome, no una ni dos, sino hasta tres veces. Mientras los excitantes y recientes recuerdos, que aún notaba casi como los viviera, de lo que había pasado en el baño de Claudia me inspiraban de sobra para masturbarme, también me inquietaban los nervios que sus palabras habían encendido... Ella me había dicho que sería su esclavo y, recopilando mis experiencias con ellas, intuía que era algo más...

Rocío, ¿la criada? (10. Perritos y Conejitas)

Silvia y Raquel tendrán que cumplir un trabajo para su Ama...

10. Perritos y Conejitas

Raquel y yo estuvimos la mayor parte de aquella tarde con los preparativos para el trabajo que nuestra Ama nos había encomendado: Mover los muebles del salón para que los clientes se acomodaran en el sofá de tres plazas, disponer la mesita del centro para los aperitivos preparando las pequeñas fuentes y los posavasos, además de poner otros dos ceniceros junto al que ya había, acercar la televisión, asegurar las cortinas, etc.

Ella conocía las manías y los gustos de c...

Cuatro Corazones (Capítulo 4)

Este fue el primer capítulo de esta saga que escribí desde el primer momento como un relato erótico. Quizá perdí un poco el sentido de la "historia" y me centré demasiado en las escenas sexuales. Espero, en cualquier caso, que les guste.

Capítulo 4

-¿Qué?-dije, perpleja-No me digas que es verdad.

Realmente aquella noticia me había dejado sin hablar.

-Pues sí. Desde hace ya tres días-me confirmó ella-Eras la primera a la que se lo cuento, pero ya sabes que, para mí, tú eres muy especial.

Yo no dije nada mientras Sora continuó vistiéndose. Acabábamos de salir de las duchas tras la última clase de un cursillo de tenis cuando me lo contó.

-Así qué… Ahora Tai y tú…-realmente ni siquiera quería decirlo.

-Sí...