De poderosa mujer, a perrita de su amo (II)
Lucía aún no se puede creer que Óscar la follase como una vulgar perrita, pero su cuerpo está deseando volver a esa casa. La orgullosas jovencita aprenderá que ella no tiene el control.
Lucía jamás se había sentido tan humillada y cabreada. Aun se notaba pegajosa por el semen que le habían obligado a untarse por el cuerpo y el olor le hacía tener arcadas. Tenía el cuerpo dolorido de la brutal follada que le acababa de dar Óscar, dejándole el coño totalmente mojado y ardiendo. Miró el reloj del coche y se dio cuenta que su hijo pequeño está apunto de salir de la escuela, por lo que aceleró.
Llegó a la entrada del colegio y vió al resto de madres en la puerta como cada día. Se miró e...