La fábrica abandonada
Tener un sueño que te despierte y te haga masturbar solo te lo puede provocar tu musa platónica.
Era una tarde de finales de agosto, después de tres días de lluvia por fin el clima nos había dado una tregua, como buen Gatiko me apetecía mucho salir a estirar las patas por algún solar del extrarradio. Después de unas paradas de metro anduve hacia una zona industrial apartada de la ciudad por la que normalmente no se encuentra a nadie que perturbe tus propios pensamientos, antes estas calles estaban siempre en movimiento constante, camiones, ruidos de prensas y chispazos hacían de esta la zona más import...