Mala memoria
Un día de verano, buscando la soledad y algo distinto, Lucio descubre su verdadera pasión.
Este era un día como otro cualquiera. Aburrido y si tener a la vista demasiadas alternativas de ocio me dejaba llevar lánguidamente por la ociosidad. Hacía algún tiempo que no veía a mis compañeros, seguramente ocupados en buscar algún tipo de diversión. Ellos siempre están intentando divertirse, y antes, incluso intentaban incluirme en sus juegos. "Lucio- ese soy yo- ¿por qué no dejas de mostrarte tan huraño y me besas?", solía decirme mi gran amiga Lucía. Pero nunca me han gustado ese tipo de juegos... no...