Nunca digas de esta agua no beberé

Felicia es una atractiva comunicadora de televisión y comete un desliz que destrozará su familia y hundirá su reputación.

Después de recoger su maleta, cruzó la cristalera que separaba a los pasajeros de los familiares que esperaban al otro lado. Felicia sólo había comunicado su regreso a su abogado, sin embargo, le sobresaltó el fogonazo de un flash en la cara. Lo último que esperaba encontrarse en el aeropuerto era a la prensa rosa apostada a la salida. El hecho de llevar sus gafas de espejo no sirvió de cortapisas para que el paparazzi la reconociera y empezase a disparar su cámara. Felicia ocultó su rostro con el abrigo y...

Recuperando el tiempo perdido

Reme es una mujer madura que decide dar un giro importante a una vida que hasta el momento ha sido sobradamente convencional.

El móvil vibró sobre la mesita. Reme lo ignoró y siguió intentando alojar los veintiún centímetros de carne en sus fauces, de tal modo que su boca iba segregando babas sistemáticamente al querer acaparar la magnitud del chaval. Una cosa era pretenderlo, y la otra lograrlo, y estaba claro que, por mucho empeño que pusiera, era una proeza impracticable, con lo cual, tras el infructuoso esfuerzo decidió relajar sus mandíbulas y seguir lengüeteando la cabeza morada. Minutos después, un potente y sonoro chorro d...

La entrevista a la mujer detrás de la autora.

Gárgola. La entrevista a la mujer detrás de la autora.

Hace poco más de un mes un usuario-lector de California, registrado también en esta plataforma se interesó por mis relatos y por la autora que había detrás de ellos, planteándome la idea de hacerme una entrevista. En un primer momento ese empeño me causó cierta perplejidad. Aparte de que nunca me habían propuesto nada parecido, desnudar mi alma ante los lectores también me abrumaba. Puede resultar paradójico el hecho de escribir sin pelos en la lengua y con total libertad y al mismo tiempo ser tan recelosa...

El diario

Una vida carente de estímulos conduce a Rocío a inmiscuirse en la vida privada de Carlos sin saber que esa privacidad le concierne también a ella.

Rocío terminó de limpiar el salón. La habitación de Carlos ya eran palabras mayores. Entrar allí era como hacerlo en una leonera, pero era su trabajo y para eso le pagaban.

Había conseguido el empleo por mediación de una amistad, y aunque asistenta del hogar no era el trabajo de sus sueños, ayudaba a cubrir algunas necesidades que la pensión de su marido no alcanzaba, sin embargo, dadas las circunstancias, el hecho de que fuese un trabajo a media jornada le permitía atender también su casa, a su espos...

Nochevieja

El último polvo del año, y no es con quien debería ser.

Dado que estamos en una día señalado, quería rememorar este mismo día de hace ya bastantes años. Mi marido y yo decidimos esa vez celebrar la Nochevieja de forma un poco más íntima a como veníamos haciéndolo habitualmente, así que contratamos la fiesta en un hotel en la ciudad de Gandía. El paquete incluía la noche, la celebración de las uvas con baile, el resopón y  por supuesto, el desayuno del día siguiente.

Fuimos puntuales, como no podía ser de otro modo. Buscamos nuestra mesa y vimos que no esta...

Una luz en mitad del camino

El reencuentro de dos amigos de juventud hace que ella se replantee una su vida.

A las nueve de la mañana la cafetería estaba a rebosar y la aglomeración de gente dificultaba el acceso a la barra de las camareras. El barman atendía sus demandas y antes de preparar el pedido solicitado ya había otra camarera reclamando el suyo. Benito estaba sentado en la barra tomando su café y releyendo las ofertas de trabajo en el periódico.

—¿Dónde están mis dos con leche y mis dos croissants? —reclamó una impaciente camarera.

—Dos solos y un cortado —solicitó otra apoyando la bandeja...

El escort

Las mujeres también tenemos deseos reprochables.

Hoy es uno de esos días en los que siento que mi cuerpo arde y un fuego abrasador nace desde mi interior y se expande por cada una de mis terminaciones nerviosas. La sangre me hierve, los pezones me duelen, mi sexo segrega tantas babas como un caracol cuando se arrastra por el suelo. Será porque estoy ovulando.

Es viernes por la mañana y le he dicho a mi marido que antes de irse al simposio tiene que pagar prenda, así que el día da comienzo con un polvo mañanero que aplaca, por el momento, ese deseo a...

El intercambio

Después de haber intentado convencer a su marido durante meses, y de haber obtenido evasiva tras evasiva, finalmente accedió a sus caprichos sin estar todavía convencido de ello.

Contrariamente a lo que había imaginado Carlos, el ambiente era de lo más agradable: una música sosegada envolvía el local y una tenue iluminación ayudaba a generar un clima cautivador, a la par que placentero.

Aunque había sido Ángela la inspiradora de la gesta, no por ello dejaba de estar inquieta. Por su parte, a Carlos se le dispararon las pulsaciones desde el momento en el que accedieron al interior de un local en el cual no sabía qué iba a encontrarse. Una seductora joven los condujo a una espec...

Libertad condicional

Merche es una abogada que intenta reconducir su vida matrimonial, sin embargo aún tiene que rematar un último caso.

El empleado de ventanilla lo miró con desprecio y le entregó sus escasas pertenencias, compuestas por un paquete de cigarrillos chafado, un zippo, un billete arrugado de diez euros, una moneda de cincuenta céntimos y unas llaves. Hassan cogió uno de los maltrechos cigarrillos, abrió la tapa del zippo y prendió la llama, dio una calada, aspiró profundamente el humo y se lo echó a la cara al empleado a través del cristal con la misma insolencia con la que el funcionario le entregó sus enseres. A continuación,...

Memorias de juventud

Hubo una época en la que los excesos formaban parte de mi día a día.

Por aquel entonces yo contaba tan sólo con 23 primaveras. Fue la etapa más loca y desinhibida de mi vida. Estaba en el último año de carrera y compartía piso (y algo más) con una compañera de la facultad. Era una relación un poco extraña, en tanto que yo no era una bollera. Empezó como un juego en el que estaba abierta a experimentar cosas nuevas y probar otras delicias, por aquello de decir: “que no me lo cuente nadie”, y con ese juego me involucré en una relación en la que permanecimos todo un curso dándo...