Posando para mi prima pintora
Cecilia, una prima pintora, me pide que pose para un cuadro. Acabo follándole la boca, el coño y el culo, y "pintándole la cara" con la leche de mis copiosas corridas.
Vaya por delante que Cecilia es prima hermana de mi madre y prima segunda mía. Profesora de instituto en excedencia, ahora se dedica a pintar cuadros surrealistas que luego vende en la galería que ha montado en su propia casa, una del casco antiguo de la ciudad. Aquella tarde vino a vernos con una idea en la cabeza:
— ¿Sabes qué, Marisa? Me gustaría que tu hijo posara para mí. Tiene el físico que busco para un cuadro.
— ¿Ah, sí? ¡Pues propónselo! Quien debe aceptar es él, no yo…
Cecilia...