Mi perdición Parte 1
Siempre fui una mujer muy tímida, criada en un ambiente opresivo, casada con un hombre que no lograba satisfacerme. Pero un día conocí a Salvador o como lo empecé a llamar: Mi perdición. Y mi vida cambió.
Siempre fui una mujer muy inocente, talvez se debió a que crecí en una familia bastante religiosa y que desde pequeña me sentí tan oprimida como mujer, recuerdo que incluso me obligaban a usar ropa tres tallas más grandes para tratar de ocultar las curvas que mi cuerpo estaba formando después de dejar de ser una niña: Unos grandes senos que en mis sueños podría llegar a presumir y un trasero hermoso y firme que tristemente tenía que ocultar con horribles faldas y enormes suéteres. Tal vez por eso fue que pe...