Un encuentro casual

Sin nombres, ni palabras y a plena luz del día, lo único que necesitabas para tenerme era un no. Dos desconocidos se encuentran en una cafetería, se miran y se reconocen, la zona más profunda y primaria dentro de ellos se inflama, ¿quién dará el primer paso? SIN DIÁLOGOS.

Estaba de pie esperando el autobús y ya estaba nerviosa en ese momento. Me andabas siguiendo desde que nos vimos en la cafetería. Yo te vi a ti, luego tú me miraste, y se deslizó lentamente una sonrisa de lobo en tu boca que me asustó.

Al ir a la barra para hacer el pedido me daba vergüenza y apuro pensar que estabas detrás de mí, mirando, hasta que me vino un olor especial varonil pero casi cítrico. Una sombra apareció por el rabillo de mi ojo derecho y no me atreví a mirar pues estaba estúpidamente...

Un encuentro casual (II)

Aquí sigo con el mismo relato con 2 páginas más del mismo. "Sin nombres, ni palabras y a plena luz del día, lo único que necesitabas para tenerme era un no."

¿Qué, si no quiero seguir y él sabe que bus cojo, o donde está mi casa? ¿Y si sube y me sigue hasta casa? ¿Me he depilado?

Y llegué aquí, me apoyé en uno de los pilares que sostienen el techo de la parada y el banco para sentarse, que ya estaba completo. Giré el cuello para mirar por donde ibas, para asegurarme que me continuabas siguiendo. Caminabas lentamente, no hacia mí, pero sí me mirabas. Durante ese momento quiero conservar algo de dignidad y darte la sensación de que, al volverme para mirar al...